miércoles, 21 de octubre de 2015

Viaje al más allá

Pasada la resaca de Sitges, quería buscar una película más suavecita, algo ligerito, casposo, pero que no fundiera el cerebro, así que he decidido ir a lo seguro: DCine Español. He de reconocerlo, es una de mis pequeños placeres culpables, donde combinan películas buenas con rarezas y puedes tener la seguridad que alguna caspa te caerá. Pero, que error, ¡ay que error! Os presento Viaje al más allá, la película que más me ha hecho sufrir después del puto Tunka.

Seis personas son invitadas por el Dr. Mainen, para ir a su casa en lo alto de los Pirineos. La película empieza fuerte, eso no podemos negarlo. El grupo lo componen un matrimonio, un cura y excorsita, un angente comercial, Angela, que al principio no nos dicen quien es, y un doctor parapsicólogo. Por otro lado, está el ya mentado dr. Mainen, un experto también en parapsicología que trabaja en una importante editorial. Este detalle es muy importante, pues de eso se trata la película, de parapsicología (uuuh, festival!). De hecho, el director, Sebastián D'Arbo es un importante parapsicólogo y las historias que se cuentan están basadas en supuestos hechos reales. Tras la absurda y escueta presentación, más propia de una reunión de alcohólicos anónimos que de una película, empiezan las historias. 

La primera historia es la del agente comercial: En uno de sus viajes, una noche lluviosa recoge a un tipo con pinta de sospechoso habitual. Este le pide que le lleve a su hotel y, amablemente, el agente le acerca. Al bajarse del coche, se da cuenta que ha olvidado su mechero, y entra para dárselo. Sin embargo, en el hotel dicen no haberlo visto. El agente comienza a extrañarse y, al salir, ve que ha habido un accidente en la carretera y PUM el muerto es al que ha llevado. Sí, ese es el nivel. Después de contar la historia empiezan a discutir sobre el tema, a la clásica: hay excépticos y creyentes, como si de la mesa de cuarto milenio se tratara. Discutiendo, el cura se dispersa y recuerda su historia.


Esta empieza con el ya mentado cura dicíendole a una chiquininas que vigilen y guarden su virginidad con su propia vida. TO-MA YA. Sin embargo, cuando se van a dormir, una de las alumnas aprovecha para buscarse petróleo. Hay que tener en cuenta que no sólo duermen todas en la misma habitación, y que esta está llena de estatuas de Jesús, sino que la chica lo hace pensando en satanás y con un rosario. Sutlieza, le llaman. La chica, a parte de masturbarse, comete otros pecados (y mu malos, que nos ponen música muy chunga) como no comulgar, romper cruces o dibujar a Satán. Obviamente, esto es muestra de que está poseída y al leer un fragmento de la biblia, comienza a maldecir en arameo, romper cosas con la mente, retorcerse y enseñarle las tetas al cura. Este, sin embargo, le practica un excorcismo particularmente cutre y bueno, pues la cura y eso. Conclusión de la historia: si te masturbas el diablo te posee. Fundido a negro con las tetas de la chica de fondo y a otra cosa.


En un cambio raro de plano, vemos a Ángela y al agente comercial paseando juntos. El agente le intenta meter hocico, pero Ángela se hace la loca y comienza a contar su historia: Su marido está duermiendo la siesta cuando sueña que tiene un accidente de coche cuando va a trabajar y se muere. He de decir que está historia es particularmente divertida, pues el marido habla como muy profundo y pedante y no para de mirar al horizonte, con cara de angustias. Al día siguiente, cuando va a trabajar, se le cruza una frego como en su sueño, pero como ya lo sabe, consigue tirarse del coche antes de espicharse. Sin embargo, cuando están rescatando el coche, la grúa se rompe y PAM se le cae el coche encima. Destino final a la apañola. Cuando vuelven a mostrarnos a Ángela y al agente, este la está cogiendo, le vuelve a meter boca y se van a la casa.


Dentro de la casa, el matrimonio comienza con su historia: la pareja y su hijo se van a un pueblo del Mediterraneo para pasar las vacaciones. El niño está haciendo el cabra mientras sus padres sudan de él (para que luego digan de los padres modernos) y se cae desde las rocas, rompiéndose el brazo. El médico, que le ofrece una pastilla al padre de gratis y es otro hombre de mirada sospechosa, les advierte que en el futuro el niño tendrá problemas de visión. ¡Y qué problemas! El niño comienza a farfullar en sueños algo sobre un tal Tomás, un niño del pueblo que le roba los cromos y los bocadillos a los otros niños del colegio. Preocupados, los padres van al médico y les dice que Tomás tiene ya 20 años y que el chaval es en verdad un niño reencarnado. CLARO QUE SÍ. El médico, que aparte de yonki y médico es también parapsicólogo, le somete a una sesión de hipnosis, probablemente la más cutre de la historia. Después de dos preguntas de rigor descubre que es un niño que se murió en el mar. (Inciso: el efecto Tunka comienza a apoderarse de mí, me duele la cabeza mucho y tengo nauseas, pero vaya, con dos cojones y un palo). Obviamente, el médico deduce que las rocas han sido catalizadoras del más allá y que se piren. El padre, sin embargo, le sudan los cojones las indicaciones del médico y va a ver a los padres del muerto, que reconocen a su hijo muerto en el puto crío hostiable. Y fin de la historia que se estaba alargando demasiado esta.


De vuelta a la casa, pues pasan cosas random, que tampoco hay que explicarlo todo y las previas a las historias interesan poco. Con una fuerte tormeta que da lugar a un apagón, el doctor parapsicólogo, no el Mainen, el otro, comienza con su historia: Barcelona, 1975. Una pareja se muda a una casa, donde, según ella, una mano invisible, a las seis de la tarde, mueve los muebles, pone en marcha el tocadiscos, hace estallar bombillas y bueno, pasa el tiempo, se entretiene. Además, en sueños ve como matan a uno en la casa, aunque tampoco es algo que luego en la película se vea claramente. La chica comienza a tener ataques y a sufrir estreses varios, agrabados por una vecina hijadelagranputa que le asegura que un espíritu maligno habita en la casa. Obviamente, como eso no puede ser (María Teresa), el marido llama al doctor, que comienza a tratarla, hasta dar su diagnóstico: hay un fastasma en la casa y sólo la chica puede verlo. Para descubrir por qué está el fantasma, pues hacen las típicas cosas que se hacen: una sesión de ouija, intentan captar psicofonías, una sesión de espiritismo... Es en esta última cuando se revela la verdad: el antiguo habitante de la casa pilla un día a su mujer en el catre con otro y entre la mujer y el amante lo matan, después de reirse un rato de él. Ya hay que ser hijo de puta, eh.


Un rayo nos devuelve a la casa. Chico Ibañez Menta se pone intensito y la luz vuelve. De repente, les dice que quién puede asegurarles que lo que están viviendo es real or just fantasy. Después de esto, el doctor se pira, que tiene un congreso de parapsicología, volviendo a la estación. Allí le dicen que...el doctor Mainen está muerto y la casa en ruinas. SORPRESÓN.

La película es una mierda de cabo a rabo, no se puede negar. Aburrida, mal hecha, hasta para la época, con malas actuaciones (eso tiene delito porque sale gente como Emilio Gutierrez Caba o Chicho Ibañez Menta) y con un argumento pésimo. En definitiva, un dolor de muelas.




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