miércoles, 30 de septiembre de 2015

Zombeavers


Hacía mucho que quería ver esta película. De hecho, era una de la lista fallida de zombies que tenía. Castores zombies. Castores. Zombies. ¿Qué podía salir mal? Pues, inagurando una nueva categoría, nada, porque la película es cutre, sí, pero muy recomendable.




La película empieza con unos transportistas de material tóxico. Los dos van conduciendo y hablando de mierdas cuando se ponen a mirar el móvil y atropellan a un ciervo. Accidentalmente se cae un residuo radiactivo al río, afectando a un grupo de castores que parecen animatronix. La acción nos traslada a un grupo de 3 muchachas (y su perro) de buen ver que deciden irse a una cabaña porque el novio de una de ellas le ha puesto los cuernacos. Vamos, el escenario tipiquerrimo de una peli de miedo, incluso de una de violación y venganza. Tenemos la típica representación: la borde y un poco zorrilla (Zoe), la estricta (Mary) y la pava (Jenn), que es la que le ha dejado el novio. Después de ponerse en bikini, enseñar las tetas y esas cosas que se hacen en las pelis de miedo, las chicas van al dique a ver castores, pero se lo encuentran lleno de lo que ellas llaman "pis verde fosforito de castor", que es el residuo del principio de la peli. En el dique se encuentran al típico cazador redneck, que les hace un par de insinuaciones y tal. A estas alturas ya podemos ver que los dialogos son finos, pero que al menos consiguen sacarte alguna sonrisilla.


Se hace de noche y, a parte de comprobar que las tías van más cachondas que la hostia, aparecen los novios de las chicas. Tras unos momentos de follisqueo, aparece el primer castor, que ataca a Jenn, pero aparentemente lo matan y lo encierran en una bolsa. A la mañana siguiente, obviamente, el castor se ha escapado de la bolsa. Después de unos momentos de chicas en bikini otra vez, y de descubrir que a Jenn le puso los cuernos el novio con Mary, un castor ataca a Burt, el novio de la guarrilla (que aunque hace de personaje gilipollas, me caía bastante bien), amputándole el pie. Los chicos deciden refugiarse en una balsa de madera, pero los castores los rodean, aunque consiguen escapar cuando el novio de Jenn y amante de Mary mata al perro. Sí, es un auténtico hijo de la gran puta.


Tras el susto, el grupo se encierra en la casa, pero los castores les rodean. Al ver que la linea está cortada, el grupo se separa: por un lado Mary, Jenn y el hijoputa, que se quedan en la casa y, por otro, la guarrilla, su novio sin pie y Tommy, que cogen el coche con la intención de ir al hospital. Los castores cortan las salidas del pueblo y, por el camino, matan a Tommy tirándole un árbol encima aunque, antes de que maten a los demás, aparece el redneck, Smyth. Los otros, se encierran en casa a lo "El amanacer de los muertos vivientes", con tablas y muebles. Obviamente, los castores roen la madera, así que nos les cuesta nada entrar. Al segundo grupo, en cambio, sí que les cuesta, así que se van a la casa de la vecina, que ha sido atacada por los castores.


A partir de este momento, todo se va de madre un poco. Jenn se va a la habitación con Mary, parece que para encamarsela, pero SE CONVIERTE EN CASTOR. En la otra casa, Smyth intenta curarle el pie a Burt que TAMBIÉN SE CONVIERTE EN CASTOR, matándolo. Zoe se escapa de su novio, pero, una vez más, la vecina SE CONVIERTE EN CASTOR y Zoe, aparentemente, se suicida saltando por la ventana. Mary y el hijoputa son los únicos supervivientes. En la fuga, se despolotan para comprobar que no tienen mordicos, pero acaban follando. En un momento mitiquísimo del cine, un castor muerde un cable, se quema y comienza a incendiar la casa. Además, Jenn-castor-zombie aparece y mata a su ex arrancándole la polla. Mary escapa y Zoe, que obviamente no estaba muerta, aparece con la frego de Smyth. Todo el bosque las rodea, todo, castores, vecinos, un oso, convertidos en castores-zombies. Zoe y Mary escapan y llegan al final del camino. Tras una breve discusión del estilo te han mordido, te voy a matar, no no lo han hecho, Mary se transforma y Zoe la mata con bastante saña. Zoe se aleja por el camino, hasta que aparece un coche, el del principio. El tío vuelve a mirar por el móvil y... bueno, ya os lo imagináis. En una escena post-créditos, una abeja pica a un castor y, como si de "A little bit zombie" se tratara, se infecta. 


Como ya he dicho al principio, la película es muy recomendable. Vale, no es la gran obra maestra, pero es entretenida, con ciertos puntos, divertida. Puede que sea muy corta (dura 70 minutos), pero funciona. Vaya, que esta sí la veáis.

Belial la aprueba: O la ves o te perseguirá

No hay comentarios:

Publicar un comentario