viernes, 25 de diciembre de 2015

Jack Frost (1997)


25 de Diciembre (fum, fum, fum), Navidad, pero servidor no descansa. Seguimos con el especial navideño y, si en la anterior entrada veíamos una pseudo-comedia infantil, para esta ocasión tenemos otro tópicazo, aunque parezca mentira: las películas de terror navideñas. Películas de terror navideñas hay muchas y de calidad diferentes: Hay clasicazos, algunas que simplemente la utilizan como excusa, cien mil Santas asesinos y, en general, caspa, mucha caspa. Obviamente, esto último es el caso que nos ocupa hoy, porque traigo una mierda de proporciones bíblicas: Jack Frost.

Vaya por partes, primero de todo: ¿Quién cojones es Jack Frost? Pues un personaje del folclore del norte de Europa, que tenía poder para cambiar el tiempo y crear heladas y nieve, pero que en EEUU ha ido mutando a un hombre de nieve con vida gracias a un sombrero mágico (o algo así).
En este caso, sin embargo, nos encontramos con algo completamente diferentes. Vamos, que se llama Jack Frost y es un muñeco de nieve y ya.


La película empieza con una niña con una voz de pito increíblemente insufrible que le pide a su tío que le cuente una historia y este nos introduce al personaje: Jack Frost es un asesino en serie que recorre el país matando. Esta escena, por cierto, no tiene ningún sentido en sí, más allá de introducir la historia, y de la puta cría y de su tío no volvemos a saber más.
Pasado este trago comienza la película ya de verdad y, para nuestra desgracia, es casi peor que lo anterior. La policía lleva a Jack Frost a su ejecución en coche (porque es lo más normal, no tenerlo ya en la cárcel donde lo van a ejecutar) bajo una fortísima nevada. El coche tiene un accidente y Frost consigue escaparse (tampoco sabemos como) y, justo cuando está a punto de matar al poli y escapar, un camión que contiene un extraño líquido vuelca sobre Jack y lo fusiona con la nieve, con uno de los efectos más cutres que he visto en mi triste y decadente vida. Por la misma carretera, segundos después, podemos ver que pasa el sheriff que lo atrapó. Y a partir de aquí, bueno, a partir de aquí la película deja de tener puto sentido y empezamos a ver momentos absurdos que son, básicamente, una puta mierda y que no aportan nada. Pero me serenaré e intentaré explicarlo.


El pueblo de marras es un pueblucho de mala muerte, en las montañas, con cuatro gatos y que la principal diversión es hacer muñecos de nieve y fornicar (aunque de esto último por desgracia no se ve. Bueno, sí, pero ya llegaremos a ello). Después de unos interminables minutos de presentación de los pueblerinos y chistes de MIERDA (constante en la peli), aparece el primer muerto: un puto viejo que bueno, tampoco pinta mucho. Paralelamente a esto, vemos que un muñeco de nieve ha aparecido por arte de magia en la puerta del sheriff. El hijo (personaje completamente odioso) se dispone a acabarlo, cuando aparecen los niños malotes del pueblo y se meten con él y con el moñeco. El muñeco, para vengarse, empuja a uno de ellos y, bueno, le pasa un trineo de madera que le corta la cabeza y esta sale volando. Un trineo de madera que corta la cabeza de un muchacho y, encima, ésta sale volando. En fin.


Obviamente, después de dos muertos, el pueblo cae en el estupor. Bueno, obviamente no, porque a todo el mundo se la suda la muerte del muchacho y cuando digo a todo el mundo, es hasta a su propia familia: La hija (que, por cierto, es Elizabeth Shannon, la única cara un poco conocida de la peli) está más por triscarse a su novio como sea, la madre por intentar que no le arruinen el espíritu navideño y la alegría de las fiestas y el padre, bueno, el padre por el que dirá el pueblo, para que engañarnos. Así, el asesino, va a casa y se carga a los padres. Por hijosdeputa. Tras este incidente, aparecen los refuerzos: un colgao del FBI y el subnormal que ha creado el líquido con el que Frost se ha fusionado con la nieve. Gracias a esto, nos enteramos de un detalle importante: Jack puede deshacerse y volverse a congelar a su entojo, lo que le permite colarse por puertas y ventanas.


El tío del FBI le pide al sheriff que decrete el toque de queda y para proteger a la población, y los reuna a todos en la iglesia. A parte de esto, y sabiendo que hay un loco suelto, manda a un poli a casa de los muertos a, bueno, por joder, en verdad. Este, obviamente muere, y Frost le roba el coche. Por gilipollas. Frost se va a la casa del sheriff y, después de un tímido intento de matar a la mujer, se esconde en el congelador. Sin embargo, los que van a la casa del sheriff son la Shannon y su novio. Frost mata al novio y, atención, viola a la chica en la bañera, para matarla después, en una de las escenas más locas de toda la peli.


Los del FBI confiesan por fin al sheriff quien es el asesino y en que se ha convertido, así que deciden encerrarlo en la comisaría, que llenan de botes de laca y, con un tiro, la hacen explotar. Sí, Sí, tal cual. Sin embargo, esto no funciona, así que utilizan un plan más elaborado: lo atraen hasta la iglesia y, con secadores, lo hacen recular hasta meterlo en la caldera. Este plan, sorpresa sorpresa, tampoco funciona una mierda, y Frost se carga a los dos del FBI. Frost se mete en el coche del sheriff y este, en un intento desesperado, le ataca con el desayuno que su hijo le había hecho que, misteriosamente, si funciona. Bueno, misteriosamente no, el puto crío de mierda le había echado anticongelante al desayuno de su padre.


Y aquí ya viene la absurdez máxima. El poli se mete en un motel, mientras un colgao del pueblo llena su camioneta con anticongelante. Frost persigue al poli y lo apuñala en el corazón, pero este sobrevive y lo tira a la improvisada piscina de anticongelante. Y fin. Bueno, aún pasan cosas, pero cojones, la peli es una mierda y probablemente os la sude. Así que fin.


En resumen: UNA MIERDA. PERO UNA MIERDA COMO UN CASTILLO. El argumento pésimo, los chistes no funcionan, los personajes son horribles y planos y es cutre de cojones, parece unos 20 años más vieja de lo que realmente es. HUID DE ELLA.

5 tunkas. Y porque no hay 6.
 
 

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