Cuando hablamos del “giallo”, hay una serie de cosas que debemos
de tener en cuenta. Una de ellas, es que, a diferencia de lo que se cree, en
general nunca se ha dejado de hacer giallo, igual que nunca se ha dejado de
hacer péplum, western o slasher. Por lo tanto, no es un género exclusivo de los
70. De hecho, y esto es otra cosa importante, el origen del giallo es en los 60
(aunque bueno, si estáis aquí leyendo esto, seguramente ya lo sabríais). Es más,
“Seis mujeres para el asesino”, que no es ni la primera, es del 64. Sin embargo,
hay una fecha que es clave para el giallo tal y como se conoce hoy en día, el
71, cuando se estrena “El pájaro de las plumas de cristal”. Realmente es esta peli
la que define las características más importantes del género: elementos como la
violencia gráfica y coreografiada, por ejemplo, no eran comunes, aunque ya
aparecían. En resumen, son esos nueve años que separan “La muchacha que sabía
demasiado” y “El pájaro de las plumas de cristal” donde encontramos los gialli
más diferentes, más curioso y, bueno, más irregulares. Hoy veremos dos ejemplos
de esto:
Una droga llamada Helen
Antes de empezar en sí, esta peli tiene una curiosidad que
me hace bastante gracia y demuestra el puto lío de nombres y distribuciones que
tenían estas pelis. Originalmente, en italiano, esta se llama Paranoia (que es
el nombre que mejor le va, por otro lado), en USA se llamó A quiet place to
kill o a beautifull place to kill y en España la ya dicha Una droga llamada
Helen y Un lugar tranquilo para matar. ¿Problema? Un año antes de esta, también
de Lenzi, tenemos Orgamos, que en USA se conoce como Paranoia y un año después
Un posto ideale per uccidere, que en España se llamó Un lugar ideal para matar
y en USA Deadly Trap. En resumen, en tres años tenemos tres pelis de Lenzi y un
distribuidor americano que se hizo un lío con los nombres fuerte.
Dicho esto, y como ya he explicado antes, Una droga llamada Helen
es un giallo especialmente raro. De hecho, según y como no podría ni
considerarse un giallo, es más un thriller psicológico. Helen es una piloto de
carreras que sufre un grave accidente. Al salir del hospital, descubre que está
arruinada y que su factura se la ha pagado su exmarido, un Playboy al que intentó
asesinar. Justo después, la invita a su casa en Ibiza y allí descubre que, en
realidad, todo está pagado por la nueva mujer para intentar convencer a Helen
de que asesine al hombre del que las dos están enamoradas.
Cosas Buenas: Más
allá de que te puedan gustar más o menos este tipo de películas de engaños y
traiciones, la peli está bien resulta y es creíble
Cosas Malas: Casi sin muertes, casi sin sangre, sin el
aliciente ese de descubrir al asesino.
Valoración: Sé que no soy objetivo con Lenzi, pues es uno de
mis directores favoritos, pero la peli pasa el corte. Abstenerse, eso sí, los
que busquen algo más “tradicional”.
Dos menos uno, tres
Continuamos con uno de estos gialli sesenteros y “raros”.
Y, en esta ocasión, es uno muy, muy raro. Uno que roza el surrealismos, de
hecho (y que, además, tiene uno de los nombres más cutrones de todos los
gialli: “La morte ha fatto l’uovo”, es decir, la muerte ha puesto un huevo). Anna
es una propietaria de una granja de pollos que experimenta con ellos, casada
con Marco, un intelectual paranoico que se pasa la vida con prostitutas, con
las que tiene un extraño fetiche sexual donde simula asesinarlas. Sin embargo,
la vida de ambos cambia cuando aparece Gabriella, la sobrina de Anna, que
vuelve loca a Marco. A partir de aquí, empezará un juego de intrigas,
traiciones y asesinatos.
Cosas Buenas: La peli es un rato original.
Cosas Malas: ¿Casi todas?
Valoración: Seamos francos. Es un coñazo.
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