miércoles, 18 de julio de 2018

[ESPECIAL] En busca de un giallo decente (2)


Cuando hablamos del “giallo”, hay una serie de cosas que debemos de tener en cuenta. Una de ellas, es que, a diferencia de lo que se cree, en general nunca se ha dejado de hacer giallo, igual que nunca se ha dejado de hacer péplum, western o slasher. Por lo tanto, no es un género exclusivo de los 70. De hecho, y esto es otra cosa importante, el origen del giallo es en los 60 (aunque bueno, si estáis aquí leyendo esto, seguramente ya lo sabríais). Es más, “Seis mujeres para el asesino”, que no es ni la primera, es del 64. Sin embargo, hay una fecha que es clave para el giallo tal y como se conoce hoy en día, el 71, cuando se estrena “El pájaro de las plumas de cristal”. Realmente es esta peli la que define las características más importantes del género: elementos como la violencia gráfica y coreografiada, por ejemplo, no eran comunes, aunque ya aparecían. En resumen, son esos nueve años que separan “La muchacha que sabía demasiado” y “El pájaro de las plumas de cristal” donde encontramos los gialli más diferentes, más curioso y, bueno, más irregulares. Hoy veremos dos ejemplos de esto: 
  

Una droga llamada Helen

Antes de empezar en sí, esta peli tiene una curiosidad que me hace bastante gracia y demuestra el puto lío de nombres y distribuciones que tenían estas pelis. Originalmente, en italiano, esta se llama Paranoia (que es el nombre que mejor le va, por otro lado), en USA se llamó A quiet place to kill o a beautifull place to kill y en España la ya dicha Una droga llamada Helen y Un lugar tranquilo para matar. ¿Problema? Un año antes de esta, también de Lenzi, tenemos Orgamos, que en USA se conoce como Paranoia y un año después Un posto ideale per uccidere, que en España se llamó Un lugar ideal para matar y en USA Deadly Trap. En resumen, en tres años tenemos tres pelis de Lenzi y un distribuidor americano que se hizo un lío con los nombres fuerte.
Dicho esto, y como ya he explicado antes, Una droga llamada Helen es un giallo especialmente raro. De hecho, según y como no podría ni considerarse un giallo, es más un thriller psicológico. Helen es una piloto de carreras que sufre un grave accidente. Al salir del hospital, descubre que está arruinada y que su factura se la ha pagado su exmarido, un Playboy al que intentó asesinar. Justo después, la invita a su casa en Ibiza y allí descubre que, en realidad, todo está pagado por la nueva mujer para intentar convencer a Helen de que asesine al hombre del que las dos están enamoradas.  
Cosas Buenas:  Más allá de que te puedan gustar más o menos este tipo de películas de engaños y traiciones, la peli está bien resulta y es creíble
Cosas Malas: Casi sin muertes, casi sin sangre, sin el aliciente ese de descubrir al asesino.
Valoración: Sé que no soy objetivo con Lenzi, pues es uno de mis directores favoritos, pero la peli pasa el corte. Abstenerse, eso sí, los que busquen algo más “tradicional”.  


Dos menos uno, tres

Continuamos con uno de estos gialli sesenteros y “raros”. Y, en esta ocasión, es uno muy, muy raro. Uno que roza el surrealismos, de hecho (y que, además, tiene uno de los nombres más cutrones de todos los gialli: “La morte ha fatto l’uovo”, es decir, la muerte ha puesto un huevo). Anna es una propietaria de una granja de pollos que experimenta con ellos, casada con Marco, un intelectual paranoico que se pasa la vida con prostitutas, con las que tiene un extraño fetiche sexual donde simula asesinarlas. Sin embargo, la vida de ambos cambia cuando aparece Gabriella, la sobrina de Anna, que vuelve loca a Marco. A partir de aquí, empezará un juego de intrigas, traiciones y asesinatos.
Cosas Buenas: La peli es un rato original.  
Cosas Malas: ¿Casi todas?
Valoración: Seamos francos. Es un coñazo.  

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