No hace mucho, por Twitter (por cierto, os insto a que me
sigáis. Hago muchos RT y, bueno, esto…), una persona dijo que los seguidores
del giallo tenemos que escarbar para encontrar algo bueno, porque hay muchos
títulos y la mayoría son muy mediocres. Y, bueno, tiene más razón que un santo.
Hay que tener en cuenta dos cosas: el giallo fue un género súper popular en Italia
en los 60 y, sobre todo, en los 70 y que se considera un género de exploit. Esto
significa que se realizaron muchos, muchos gialli, en muy poco tiempo, con poco
dinero y con directores que eran auténticos machacas. Según Wikipedia (la versión italiana), en apenas 19 años (del 63 que se rueda La chica que sabía demasiado
al 82 con Tenebre) se hicieron 220 películas. 220, sin contar las más modernas,
la época de decadencia de los 80 y 90 y el resurgimiento de los 2000 y, sobre
todo, 220 solo en Italia.
Pese a la gran cantidad de pelis, hay dos nombres que
sobresalen, que vienen a la mente nada más mencionar el género: Argento y Bava.
Para cualquier neófito en el tema, o para alguien que quiera ir a lo seguro,
sabe que un giallo de estos dos (con contadas excepciones) no
le defraudará. Ahora bien, ¿qué pasa cuando salimos de esta “zona de confort” y
nos adentramos en lo más bajo? Aunque no os lo creáis, es un tema que me
interesa bastante, aunque solo sea por eso de no comerme una cantidad ingente
de mierdas, así que he decidido buscar gialli que no sean ni de Argento ni de
Bava y ver si pasan la prueba. Para no volverme putoloco entre tanto título, he
utilizado esta lista, aunque he acabado añadiendo una serie de pelis, aunque
fueran solo porque no ponen nada de Fulci. Así pues, empecemos con las dos de
hoy, dos clasicazos:
¿Qué habéis hecho con Solagne?
“¿Qué habéis hecho con Solagne?”
es una película de Massimo Dallamano de 1972. Esto significa que es dos años
posterior al Pájaro de las plumas de cristal y, por lo tanto, es en la época de
ascenso del género. El director, sin embargo, no es excesivamente conocido y,
de hecho, no fue demasiado prolífico.
¿Qué habéis hecho con Solagne? no es la película
más original, de hecho cuenta con algunos tropos del género, como el protagonista
que ve al asesino al principio de la película, pero no consigue recordar bien
lo que vio y que esto le obliga a meterse en la investigación o los asesinatos a
jovencitas que tanto inspiró al slasher. De hecho, ese es el argumento: en una escuela
católica de Londres están empezando a aparecer muertas algunas estudiantes,
todas amigas. El profesor de italiano, amante de una de las chicas, empieza a
investigar porque la policía lo considera sospechoso, con el miedo de que su
mujer no se entere. Al hacerlo, todas las pistas conducen a una tal Solagne, a
la que nadie parece conocer.
Cosas Buenas: La peli tiene muchas virtudes o, al menos,
muchas de las que le pedimos (le pido) a un giallo. Banda sonora de Morricone,
así que el apartado de la música queda resuelto. La historia, aunque típica, no
solo esta bien resuelta, sino que tiene ciertas sorpresas y, joder, no me
esperaba la identidad del asesino. Por último, el asesino tiene una forma
particularmente violenta de asesinar, que bueno, para eso estamos viendo un giallo.
Cosas Malas: Solagne no es una película perfecta, ni mucho
menos. Para empezar, como ya he dicho, utiliza tropos que ya hemos visto en
varias pelis. Si bien es cierto que eso no es del todo culpa suya, vaya que
copiar se copiaban mucho y que en aquella época el recurso típico de Argento de
intentar recordar no estaba tan sobado. Personalmente hay otro tema de la peli
que me escama un poco. La peli es puro Italia años 70. Bastante machista y con
una cantidad de tetas gratuitas completamente absurda.
Valoración: ¿Qué habéis hecho con Solagne? no solo es un
giallo que pasa el corte, sino que es uno de mis gialli favoritos en general.
La casa con las ventanas que ríen.
También conocida como Contrato de sangre (o eso dice
IMDB, porque yo es la primera vez que la escucho llamar así) es un giallo de
Pupi Avati de 1976. A priori un buen año, donde el género estaba en auge pero
ya llevaba más de 10 años en boga y, por lo tanto, se empezaban a buscar cosas nuevas.
A diferencia del anterior, este es un giallo bastante
atípico(de hecho roza el fantaterror). Casi sin muertes, casi sin sangre, con
un toque campestre muy poco común. Stefano es un joven restaurador al que
llaman de un pequeño pueblo para restaurar la pintura de una iglesia de un
pintor local, extremadamente loco y al que le gustaba pintar a gente a punto de
morir. Una vez allí, queda fascinado por la obra hasta que un amigo suyo, el
que le ha llamado, le dice que ha descubierto que las hermanas del pintor eran
practicantes de magia negra y, además, que siguen viven. Esa misma noche, el
amigo aparece muerto, así que Stefano decide investigar su muerte.
Cosas Buenas: Como ya he dicho, La casa es un giallo increíblemente
atípico. No es violento, ni sangriento como otros, sino que destaca por su atmósfera,
sus toques oníricos y, sobre todo, por un finalazo tremendo. No solo es que no
te lo esperes, es que es uno de los más emblemáticos del giallo.
Cosas Malas: Puede que no sea del agrado de los amantes más
puristas del género por su tempo más lento, sus poquitas muertes y demás.
Valoración: Pasa el
corte de lejos. Es más, muy recomendable si te gusta el género por lo diferente
que es, y también si te gusta el terror en general, porque es un peliculón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario