Zombie Strippers

Zombies y tetas, el sueño de todo hombre, un plan brillante, nada puede salir mal. Bueno, casi nada, porque como ya vimos con los zombies y el hard rock, hace falta algo más que una idea para hacer una película.



Para empezar, la película abre con un telediario: En un futuro cercano, George W. Bush ha vuelto ha ganar las elecciones, aunque con cierta sospecha de pucherazo, ha enchufado a su hija en el tribunal supremo y sigue en guerra con medio mundo. ¡Ojo, que tiene mensaje y todo, critica sociá! Debido a la escasez de soldado, se crea un virus para revivir a los soldados y que puedan seguir luchando. Con la película recién empezada, ya tenemos el primer conflicto: por un lado, los zombies son así como cutrones, por otro todos y cada uno de los personajes que van apareciendo por la película son odios. Todos, sin excepción.

El laboratorio, propiedad de Bush, contrata a un grupo de soldados para intentar matar a los zombies que han surgido de las pruebas, pero como son un rato "para hoys", los acaban infectando a uno de ellos, que se escapa sin que su equipo lo vea. El tío se mete en un club de streptease, empezando por fin la peli que todos queríamos ver. TETAS. Después de un baile que dura 3 minutos, vemos que en el club entra una nueva chica, lo cual nos permite más chistes sin gracia y a la madame forzando un acento ruso criminal. A estas alturas, además, ya podemos ver que cada stripper tiene una personalidad superdiferente y nada estereotipada: está la diva, la borde, la pava, la gótica, la nueva (pava y modisita)...

La película avanza con tres bailes más, con sus respectivas TETAS, pero sin que haya pasado absolutamente nada en la trama. Aunque, bueno, ya sabíamos donde nos metíamos. Finalizado el tercer baile el soldado, por fin, se convierte en zombie, pero ojo, no te van a enseñar nada aún, prefieren meter unas conversaciones increíblemente absurdas entre la nueva y su novio sobre la vida, la moral, el cielo y el infierno. Porque sí, es absolutamente brutal el nivel de diálogos de la película: la mitad son chistes malos, casi todos sobre la administración Bush y la otra mitad no tienen puto sentido.

Bueno, cuarto baile seguido, en el que se supone que el zombie está en el suelo, aunque está vez con peso en la trama. O no, no sé, no tiene demasiado sentido está película. Como es obvio, la nueva no puede desnudarse del todo, porque es su primer baile y, además, se supone que es tremenadamente católica y lo hace todo por ayudar a su abuela. En el momento que sale la diva a bailar otra vez para intentar suplir el problema de la otra, el zombie la ataca salvajemente. El jefe del club decide meter al zombie en una habitación con llave y, en el momento que están pensando un plan para deshacerse del cuerpo, la diva se levanta y se va. Otra peli de zombies con transformaciones variables, BIIIIEEEEN, otra peli de zombies donde cada uno actúa de una manera diferente según les convenga, BIIIIIEEEEN, otra peli de zombies donde pasan de moverse lentamente y más rígidos que la hostia, a ser ágiles y flexibles,  BIIIIIEEEEN.

Con la diva convertida en zombie, va a su camerino, donde se encuentra con sus compañeras que están sudando de ella. Saben que se ha muerto y pasan completamente, y cuando ven que es zombie pues bueno, tampoco es que se asusten demasiado. Además de regalarnos otra conversación imbécil. Porque ojo, las zombies pueden hablar, ¿fallo de guión? NO, que te lo explican: Como el virus se transmite por el cromosoma X, en el caso de las mujeres son algo así como supermujeres, pero a los hombres nos vuelve tontolinos. Algo muy lógico, sobre todo si tenemos en cuenta que se creó con fines militares y que, como todos sabemos, en el ejército de EEUU hay una inmensa mayoría de soldados mujer y un número muy residual de hombres. La diva sale zombificada para volver a bailar. TETAS. TETAS ZOMBIE. Una vez acabado el baile, la zombie coge a un pobre incauto y se lo lelva al reservado, para empezar a hacerle un baile, pero se lo acaba comiendo, empezando por el rabo. Sutil.

La madame y el dueño deciden seguir con el negocio porque, mira, tienen una zombie pero que cojones, baila bien. La diva infecta a la gótica, que sale a bailar como zombie y hace un baile de la hostia. Otra chica se pica y se pone a bailar también, pero la gente se aburre, mientras la gótica se come a otro cliente. El dueño decide cerrar hasta el día siguiente, pero deja dentro a una stripper, además de las zombies, que la convierten también. Al día siguiente, las tres zombies se comen a tres clientes más, pero como está ganando mucho dinerito, el dueño no cierra, entrando en un círculo de bailes y clientes comidos. Viendo el panorama y que sólo bailan las zombies, las otras deciden convertirse bajando al sótano, todas menos la nueva, que lo pospone un día y la borde, que le dan miedo los zombies. Desgraciadamente (o afortunadamente, porque por fin vemos un ápice de argumento), la zombie pava libera a los zombie-clientes, que propagan la infección por todo el local, mientras la diva y su rival bailan y se pelean, en uno de los momentos más WTF?! de la toda la peli: la diva le empieza a tirar pelotas de ping pong y bolas de billar por el coño a la otra. Por el coño.

En plena debacle, el dueño, el de mantenimiento, la madame, el presentador, la nueva y su novio y la borde se encierran en el despacho, que el dueño tiene lleno de armas. Obviamente, como son gilipollas, acaban en grupos separados y los zombies se van comiendo a todos hasta que llega el batallón del principio de la peli y se carga a los zombies, sobreviviendo sólo  la nueva y su novio, lo cual es una pena, porque es el puto personaje más patético de la película, si cabe. Una vez todos muertos aparece el sorpresón, el malo que explica la peli: uno de los científicos, que nadie sabe muy bien como cojones ha acabado en el club de streptease, libera el virus porque gracias a las catástrofes los lobbys ganan mucho dinero. Al final, y mientras ponen el título, se ve que uno de los zombies aún estaba vivo e infecta al científico.

Bueno, una película que no tiene más. No tiene casi guión, los personajes son bastante odiosos y los diálogos absurdos. Está plagado de chistes que no hacen gracia, y el trasfondo político es demasiado evidente. Pero salen tetas. A punta pala. Es única y exclusivamente lo que tiene la peli, TETAS.

4 tunkas. Mierda fina