martes, 17 de enero de 2017

Kárate a muerte en Torremolinos




Cuando uno empieza a interesarse por la serie B y el cine “malo”, hay una serie de nombres que siempre salen (Bruno Mattei, Jess Franco, Ed Wood…). Muchas veces, no es tanto el director en sí como la peli. Esas pelis míticas, esos clásicos del cine de mierda, que salen siempre en las listas de peores pelis y demás. De entre ellas, sobre todo en España, suele salir una: Kárate a muerte en Torremolinos, una peli del año 2003 que prácticamente se convirtió en un clásico instantáneo. Que no había visto. Hoy, me quito una de las mayores espinas que tengo y os la traigo para ver si su fama es merecida.   


La peli empieza con una puta introducción. Parece que en 2017 tampoco me voy a librar de las putas introducciones. En las profundidades de la costa de Torremolinos dormita Jocántaro, un animal mitad pulpo mitad centollo que ya hundió la Atlántida. Sí, es el bicho ese cutre que seguro que ya habréis visto en algún lado. A parte, nos presentan al doctor Malvedades, “un genio del mal”. Hostia, esto es muy cutre. El doctor Malvedades resucita a los guerreros del sol naciente que, obviamente, estaban en la costa malagueña. Títulos de crédito donde vemos al doctor caminando junto a los ninjas zombies por Torremolinos mientras la gente pasa tres cojones de ellos, imágenes de la ciudad y un fondo negro que de vez en cuando aparecen kanjis y un tío luchando. Siempre los mismos kanjis y siempre el mismo movimiento, obviamente. 


La peli nos muestra ahora al prota, Jess, que es miembro de la hermandad de surferos católicos contra el desmadre sexual. A ver, aquí hay que matizar una cosa muy importante. La peli está hecha para ser cutre, a modo de coña, es algo evidente. De hecho, está llena de guiños al cine en general (el título, sin ir más lejos) y sobre todo al cine cutre (que el prota se llame Jess. Por cierto, el propio Jess Franco hace un cameíto). Jess, apunto de ir a surfear, se encuentra el cadáver que Malvedades deja en el ritual para resucitar a los ninjas. Ninjas que, por cierto, han soltado por Torremolinos para capturar a “vírgenes recién folladas” (sí, ese es el nivel de la peli). Hostia, esto es muy cutre. Joder. Que una cosa es hacerlo en plan de coña, pero joder. A ver, los ninjas capturan a una flautaperra y Malvedades aprovecha el momento para sobreactuarnos el argumento, su plan: Malvedades resucita a los ninjas para poder resucitar a Jocántaro y dominar el mundo. 


Después de un intento de violación a Jess de su novia y de una pelea random entre un dojo y los ninjas zombies en una piscina, escenas que, por cierto, no vienen al caso, nos presentan una especie de Cuarto Milenio que, obviamente, TAMPOCO VIENEN AL CASO. Va, que ahora sí que parece que pasa algo: los ninjas se meten en el concierto donde estaban los protagonistas y secuestran a dos chicas. Lo cual es una excusa para que Malvedades vuelva a contarnos la peli: secuestran mujeres que perdieron la virginidad con la primera luna de Agosto. ¿Por qué? Si a estas alturas estáis buscándole sentido a esta peli mal vamos.


Por suerte, el alcalde de Torremolinos tiene la solución: Chuck Lee, un experto karateka. (Inciso: No lo estoy comentando, pero la peli está llena de cartelones explicativos que, como todo en la peli, no vienen al caso. Nolan, eres un puto aficionado.) Los karatekas ninjas secuestran a otra chica, pero Chuck Lee sale a su encuentro. Tras ver una de las peleas típicas de pelis de Bruce Lee, es decir, dos se pegan y los otros miran, los karatekas se pelan a Chuck Lee y le envían el cadáver al alcalde. Ante esto, el alcalde (que, por cierto, creo que es un actor conocido. Bueno, “conocido”, ya me entendéis) decide contactar con el doctor rollo Cuarto Milenio, haciendo que me coma mis palabras de antes. 


Paralelamente, Jess y su colega invocan a Verónica, el puto espíritu más triste de la historia del cine. Esto, como todo en la peli, es inútil, así que la hermandad se junta para ir a ver a Miyagi que les enseña los secretos del kárate. Joder. A ver, hace tiempo que dejé de creer en la peli, no nos engañemos, pero esto es demasiado. 


Danuta, la novia de Jess, se despierta sedienta de sexo (que no lo digo yo, lo dice la peli), así que se pone una minifalda y se va a un bar a intentar follarse al primero que pase. El problema: que llegan los zombies karatekas y la secuestran, completando las cinco chicas que necesitan para el ritual. ATENCIÓN, NOTICIA. PRIMICIA. Me acabo de reír con un chiste de la peli. A ver, porque esto ya sí que se ha puesto ridículo. Miyagi pide maría a cambio de enseñarles pero Jess decide quedarse un poco, porque joder, es marihuana. Miyagi le contagia con la culebrina, que se cura follando (eing?). Obviamente, Danuta está secuestrada, así que Jess se encuentra con el doctor Orloff (el de Cuarto Milenio) y con la hermandad van a salvar el mundo. 


Esto desemboca en una cruel cutre batalla que termina con los karatekas muertos, pero de la que sólo sobrevive Jess y el puto doctor. Además, esto le da tiempo al doctor Malvehuevos a resucitar a Jocántaro. A ver, me cago en Dios. Mientras Jocántaro (que es un tipo con un disfraz particularmente cutre) mata a todo el mundo, Orloff y Malvedades se enfrentan a una guerra de silbidos que acaba con Orloff muerto y resucita a las cinco muchachas. Obviamente, como Jess aprovecha para follarsela, porque, bueno, joder, porque sí y, bueno, la peli acaba. Sí. ACABA. Vale, luego hay un prólogo en los títulos de créditos, pero es Jocántaro matando a todo el mundo, Malvedades incluido. 

A ver. A ver. Buff. Sin paliativos: la peli es una mierda.

5 tunkas, obviamente.

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