martes, 20 de septiembre de 2016

Green Inferno



Hago un pequeño paréntesis en lo del "fenómeno de televisión al que le cascan una peli", pero lo hago por buenos motivos. Para empezar, estoy teniendo unos problemas terribles para poder ver las pelis, problemas que nunca he tenido: o no las encuentro, o el archivo está corrupto, o de repente me peta el ordenador al ponerla... Así que hoy, en plena frustación porque el ordenador se me apagara por quinta vez al intentar ver "Blacula, Condemor II" (sí, mi ordenador es mucho más sensato que yo), he puesto la TV y ha aparecido "Green Inferno". <<Coño, la última de Eli Roth>> he pensado en mi ingenuidad, y no sólo porque no sea la última, sino porque canela en rama.

Antes de nada, por si hay alguien que no conozca a Eli Roth (le envidio), vamos a contextualizar. Eli Roth es un director de cine que le tocó la lotería al ser colega de Tarantino. Relativamente famosete, sobre todo por interpretar al Oso Judío en Malditos Bastardos, y siempre bajo la protección del bueno de Quentin, ha perpetrado una serie de MIERDAS, una detrás de otra y, aunque parezca mentira, cada vez peores.


Empezó con Cabin Fever, una mierda de peli de cabañitas e infectados (tengo el borrador de la crítica desde hace un par de meses, pero no hay huevos de acabarla) que, misteriosamente, tiene su publico. De hecho, es una puta saga con secuela y hasta un remake. Luego vino Hostel, su peli más famosa. Torture porn puro y duro, que, bueno, si te gusta el gore puede gustarte, pero es una peli del montón: teturras, sangre, un guión flojete y una fotografía mugrienta (supongo que para dar ambientación). Luego, misteriosamente, viene un oasis de esperanza en ese mar de mierda que es su filmografía: Hostel 2. Misteriosamente, Roth aporta algo al género. Entiende, y con mucho tino, que ya ha explicado el grueso de la historia en la anterior, así que da una vuelta de tuerca y nos pone en los ojos de los torturados, en vez de las víctimas. Mi favorita de este señor y una peli infravalorada en lo que es una filmografía sobrevaloradísima.

 Teticas en el poster ya. Y eso que es la mejor que ha hecho.

Pero entonces, para que no creamos que tiene talento, va y se casca la mierda que nos ocupa hoy. Una peli homenaje a Ruggero Deodato y su Holocausto caníbal pero que, una vez más no aporta nada a un género súper explotado. Y por último tenemos Knock Knock, una home invasion que, bueno, es lo puto peor. En resumen: peli de cabaña, gore, canibal-exploitation y home invasion. Pasa por encima de los géneros más sobados del terror, sin aportar nada, copiando fórmulas y a base de tetuelas y sangre.


Pero vayamos a la peli, que me estoy enrollando hoy que da gusto. Como ya he dicho, Green Inferno es su particular homenaje a "Holocausto Caníbal". La trama es simple, simplísima: Una niña pija decide irse a parar una excavación en el selva amazónica peruana, junto a un grupo de activistas. El grupo es bastante variado, pero básicamente importan 2 personas: la niña pija (Justine) y el activista jefe, Alejandro.

A este se lo comen porque van fumaos #humor.

Después de unos momentos de tensión entre los activistas y la milicia, que hace de guardaspaldas para los obreros, consiguen parar la excavación. Aquí ya podemos ver lo importante: Alejandro es un hijo de puta que no duda en poner a los demás en peligro para conseguir sus objetivos y Justine es hostiable a más no poder. Todo el mundo está contento y feliz por haber parado la excavación cuando PAM la avioneta que los lleva se la pega y son secuestrados por una tribu. Y aquí, amigos, se acaba la peli. No de verdad, no me malinterpretéis, pero se acaba lo explicable, el argumento en sí, para pasar a un conjunto de chorradas sin gracia ni fuste.


Los caníbales encierran al grupo en una jaula y se comen al gordo. El grupo discute, algunos intentan escapar y mueren y, bueno, pasan cosas: una tiene diarrea (jijijaja), les dan maría a los caníbales y van muy fumaos (más jijijaja), Alejandro sigue siendo un hijoputa y, además, se la casca porque sí, y Justine sigue siendo muy tonta. Porque a Eli Roth le da la gana, que para algo es su mujer, los caníbales van matando a todos menos a Justine y a Alejandro. De hecho, a Justine la pintan de blanco y se supone que la preparan para un sacrificio ritual to guapens al ser virgen (comprobado con una de las mejores escenas de la peli por su WTFquismo), pero no. No porque llegan los milicianos otra vez y se lían a tiros con los caníbales. Justine se escapa porque <<Wolas, soy Eli Roth y estos son mis cojonciacos>> (en realidad es porque un zagal le deja irse porque, bueno, porque Justine le toca la flauta (una flauta de verdad, no seas malpensados)), se planta en mitad del campo de batalla, TODO EL PUTO MUNDO DEJA DE DISPARAR y se la llevan a su puta casa.


La hijueputa deja a Alejandro tirao con sus coleguis caníbales y, al llegar, declara que son una tribu pacífica y buena gente que les alimentó y consiguió sobrevivir gracias a ellos. Aquí se supone que esto es porque Justine descubre que no puede idealizar el mundo y que el bien y el mal es relativo y el fin a veces justifica los medios y, bueno, que Roth, ya sabes que puedes comerme. Y FIN. Como de costumbre, en de verdad no, porque hay una escena post-créditos que nos da a entender que hay segunda parte (y si la hacen ya os digo que el menda, que es gilipollas, la verá).


Conclusión: UNA MIEEEEEEEERDA. Roth intenta hacer un homenaje, pero no deja de ser una fórmula ultra sobada, como si hubiera pensado "A ver si se la cuelo a estos". Como es costumbre en él, no aporta nada nuevo y, joder, en este caso tiene especialmente delito. Es que la peli ni siquiera es especialmente gore, "sexy" o divertida. Coño, que Deodato al menos la metió como found fotage. Lo dije ayer en twitter y lo mantengo: tienes un problema cuando Lenzi hace mejores pelis que tú. En resumen, que si queréis ver una peli de caníbales, poneros CUALQUIER otra antes que esta.

El reciclaje de una fórmula mega sobada, obviamente, no vale.

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